El “East End” londinense es un barrio como ninguno. Crisol de culturas, arquitectura única, y una apuesta segura para conquistar gastronómicamente a cualquiera que tenga un buen paladar, venga de donde venga. “Eating London” es un interesante tour que recorre algunas de las pintorescas callejuelas que rodean la famosa Brick Lane en unas 3 horas, haciendo paradas claves en lugares que despiertan el apetito sólo con sus sensacionales aromas. Lo mejor de todo, en cada uno de ellos se prueba una especialidad: 8 delicattessen que describen el East End y su historia de la mejor forma. Con sus sabores característicos.
El barrio está abarrotado los fines de semana, ya que está de moda para los hipsters tanto para comer como para ir de tiendas. En este tour, se recorren locales emblemáticos del East End, y otros más escondidos, a los que sería verdaderamente difícil llegar sin un buen guía.
La tradición cultural de las distintas etnias del East End inspira platos tan variopintos como sus sabrosos currys, quesos artesanos, pudding de pan, beagles y por supuesto los famosos “fish´n´chips” que no pueden faltar en el Londres de todos los tiempos. Sabores que tanto los locales como los turistas pueden apreciar a precios razonables. Entresemana siguen en el mismo sitio, solo que sin las largas colas y listas de espera que lucen todos los establecimientos cada fin de semana.
Uno de mis lugares favoritos: East Pizza. Tras la fachada de un pequeño local de pizzas, se esconde una antigua fábrica de galletas remodelada. Alberga un restaurante de lo más chic, con un té y unas tartas deliciosas, y hasta un sorprendente lounge en el piso de abajo. Y si ya no tienes apetito, puedes guardar para más tarde alguna de las delicias que te dan a probar a lo largo del tour: basta con pedir un take away.
