La bonita ciudad de Steyr, emplazada en el cruce entre los ríos Enns y Steyr -del que toma su nombre- es un lugar precioso para conocer en Alta Austria, que se convierte en una visita obligatoria si tenemos la ocasión de acudir a esta región en Navidad.
Esta singular localidad está habitada por entrañables familias que se mantienen fieles a las costumbres ancestrales, perpetuando en el tiempo tradiciones muy especiales que, con los años, no sólo no se han perdido sin que cada vez alcanzan mayor fama y seguidores. Los buenos deseos se respiran por toda la ciudad.
En Steyr se centraliza un servicio de correos muy particular conocido por niños de todos los rincones del mundo. Se trata de un apartado de correos único al que llegan, procedentes de todas partes, las más variopintas cartas con deseos dirigidas al niño Jesús -en alemán llamado “Christkindl”-.
Sorprendentemente y sin excepción, tooodas y cada una de las cartas recibidas son contestadas en estas fechas. Además, el atareado Christkindl les llevará regalos a los niños que esperan impacientes el día 6 de Diciembre.
Cada año esta localidad recibe más de 2 millones de cartas de Navidad. El sello navideño que se utiliza al respondelas es cada año es diferente y causa una gran espectación entre los remitentes y los coleccionistas.
Una de las mayores sorpresas del servicio de correos de Steyr, especialmente atractiva para los amantes de lo clásico, es el furgón de reparto que aún se usa: un precioso modelo de autobús de 1.950 fantásticamente conservado, que además durante esta época funciona como un autobús urbano y se mantiene “en forma” haciendo las delicias de sus ocupantes con su elegancia retro y su alegre bocina musical. Además, esta costumbre, viendo el entusiasmo con que el hijo de su dueño acompaña atento a su padre por toda la ruta, pervivirá al menos durante otra generación.
La oficina de Correos se encuentra dentro del Hotel Christkindlwirt. Se puede acudir en persona a entregar las cartas y al mismo tiempo hacer una parada para probar platos típicos de la cocina de Alta Austria; viendo un bonito paisaje desde su acogedor salón comedor.
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