Llegar a Camargo es sinónimo de aterrizar en una tierra preciosa a orillas del Cantábrico, en una región coloreada de un verde inigualable. Bajo el lema “Cantabria Infinita” esta región nos da a conocer sus numerosos lugares con encanto. El agua y la historia son piezas clave de Cantabria, cuna de la famosa agua de Solares. Las propiedades beneficiosas de este agua atraen a muchos visitantes hasta el Hotel-Balneario-Solares, donde podemos disfrutar de relajantes sesiones de talasoterapia.
En Santander, un lugar muy recomendable para alojarse por su magnífica ubicación es el Hotel Bahía, cuyas habitaciones tienen unas preciosas vistas al mar Cantábrico.
En un agradable paseo por el centro de la ciudad, se puede llegar hasta el restaurante Sixtina, donde es un pecado no probar las famosas croquetas que prepara la dueña, amante de la alta cocina. La marcha nocturna en Santander es también una de las experiencias que no te debes perder en esta ciudad. Las zonas de Cañadío y el Río de la Pila están de moda entre los más fiesteros.
El restaurante Cañadío es también un lugar destacable para disfrutar del buen comer en Cantabria. Moderno y acogedor, ofrece una seductora carta de platos exquisitos y buenos vinos a precios muy razonables. Sabores como el de las anchoas de la región, los ricos sobaos caseros o la quesada pasiega llevan a nuestro paladar a disfrutar de los productos típicos de la gastronomía cántabra.
Uno de los atractivos principales de esta región son sus maravillosas cuevas, en las que se pueden encontrar asombrosas formaciones rocosas, y también vestigios de nuestros antepasados: restos arqueológicos del Paleolítico y famosísimas pituras rupestres, como las halladas en Altamira, Patrimonio de la Humanidad desde 1985. Aunque la cueva original está cerrada para preservarla del deterioro causado por los turistas, el Museo de Altamira alberga una réplica exacta decueva descubierta en 1.879 con espectaculares manifestaciones de arte rupestre paleolítico: bisontes, caballos, ciervos, manos y misteriosos signos, pintados y grabados, son legados que se remontan en el tiempo más de 15.000 años.
Merece la pena visitar las Cuevas del Monte Castillo, en Puente del Viesgo. Están incluidas en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde julio de 2008. Con enorme pasión, Gonzalo, el guía, una de las personas más entusiastas de la historia que he conocido, explica todos los signos y vestigios de nuestros antepasados que pueden verse a lo largo del profundo recorrido de estas cuevas.
La Cueva de El Soplao es un lugar que deja al visitante boquiabierto. Al año, casi 300.000 personas recorren esta cavidad. Las formaciones rocosas “excénticas” que se pueden contemplar aquí son únicas. El brillo del color blanco, los reflejos del agua estancada y las formas de las estalactitas, estalagmitas, pisolitas y coladas de esta Cueva reflejan los llamativos caprichos de la naturaleza con el paso del tiempo. Entrar en esta cueva es toda una aventura, no sólo visual, sino también experimental, donde podemos sentirnos intrépidos mineros, dedicados ciéntificos, descubridores y expectadores de un lugar insólito. En esta cueva también hay restos de ámbar de los bosques cretácico y estromatolitos, uno de los indicios más antiguos de vida en la Tierra.
España es genial. ¡Me encanta!
Y esta zona, especialmente bonita.
Hola,
Muchas gracias por tu post, lo compartimos con nuestros seguidores y amigos.
Un saludo,
Claro, genial. Nosotros también lo recomendamos a toda nuestra comunidad. Espero que podamos volver a esta maravillosa región y seguir descubriéndola 🙂
[…] Puntal de Somo, que se adentra en la Bahía de Santander, es uno de los arenales más grandes de Cantabria. Este año, el municipio ha sido declarado como primera reserva natural del surf de España y […]
Ecxelente artículo muchas gracias me ha sido de gran utilidad. Un saludo