París es conocida como la ciudad del amor, pero no todos saben cómo explorar el lado romántico de la capital francesa. Sea navegando en el Sena, callejeando por la bohemia Montmartre o recorriendo los Campos Elíseos, París es el lugar ideal para celebrar San Valentín con una intensa escapada de fin de semana.
El encanto romántico de París aguarda, sobre todo, a orillas del Sena. El Pont Neuf, o Puente Nuevo, el más antiguo de los que cruzan el Sena parisino a pesar de su nombre, es uno de los lugares que no pueden dejar de visitarse en una visita romántica a la ciudad del amor. Los entendidos en literatura sabrán, además, que desde aquí miraba correr las péniches –barcazas– La Maga de Rayuela. Asomado desde sus balcones es posible detenerse a mirar el curso del río, y recordar bellas escenas románticas de películas como la protagonizada por Juliette Binoche y Denis Lavant en Los amantes del Puente Nuevo (1991).
Pont des Arts, o Puente de las Artes, es conocido como el puente de los enamorados, ya que, al igual que ha ocurrido con el puente Milvio de Roma, se ha convertido en tradición que los enamorados enganchen candados con sus iniciales en las barandas del puente. Una visita al París romántico exige que candemos nuestro amor mirando al Sena y lo sellemos para siempre arrojando la llave al río.
Otra forma de disfrutar del gran río parisino es navegar sobre sus aguas, disfrutando de una perspectiva de la ciudad completamente diferente. Una de las mejores opciones para navegar por el Sena es hacerlo a bordo de los populares Bateaux Mouches, unos barcos turísticos, abiertos, que permiten tener una bella panorámica de la ciudad durante todo el recorrido. Estas barcazas surcan el Sena entre el Pont de l’Alma y Notre-Dame.
Otra opción es el Batobús, que realiza paradas en distintos lugares de interés como la Torre Eiffel, Los Campos Elíseos, Jardin Des Plantes, el Museo de Orsay o el Museo del Louvre. Una tercera alternativa son las Vedettes du Pont Neuf, que salen de este puente y nos llevan hasta la Isla de San Luis. Para vivir una experiencia realmente romántica a bordo de estos cruceros lo mejor es contratar uno que se lleve a cabo de noche para disfrutar de una cálida cena con vistas del París nocturno.
Al margen del río Sena, existen muchos lugares en París que deben ser visitados por los enamorados. Por ejemplo, será imprescindible la visita al Museo de la Vida Romántica. También habrá que pararse a contemplar la escultura El Beso, de Rodin, en el museo dedicado a este artista. En lo que respecta al alojamiento, qué mejor que hospedarse en la habitación 303 del hotel du Petit Moulin, que cuenta con un espejo colocado encima de la cama. 😉
Si recorremos las calles de París con nuestro enamorado, no podemos dejar de degustar unos deliciosos postres con forma de corazón, que podemos encontrar en Ladurée, la exquisita pâtisserie que destaca por sus célebres macarons. Tomar un café en Les Deux Molins, cafetería que se hizo famosa a raíz de la película Amelie, o comprar un ramo de rosas en el Mercado de Flores de la Ile de la Cité o en la floristería Au Nom de la Rose, son los dos últimos consejos para viajeros enamorados en París.
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