Egipto está cambiando para poder avanzar con los egipcios. Es un cambio que asusta, y que asombrosamente ha sido iniciado por las personas del pueblo. Hoy el mundo parece más pequeño que antes debido a los medios de comunicación online y a la menor censura (para bien o para mal) que han permitido seguir minuto a minuto lo que sucede en la revolución. Ahora, como se han apagado las brasas en Egipto, hemos visto otras explosiones en el sentido más literal y figurativo del término, en diversas partes del mundo, algunas causadas por el hombre, otras fuera de su control como es el caso de Japón. Aún así, la mayoría de nosotros somos afortunados ya que observamos estos acontecimientos desde lejos y seguimos con la cotidianidad de nuestras vidas, lo cual incluye los viajes frecuentes, ya sea por negocios o por placer.
Siendo viajeros, somos personas curiosas por naturaleza y deseamos vivir las experiencias (cuando digo vivir me refiero a conocer los lugares, sentir sus olores, sonidos, gustos…), mucho más si la propia vida está cambiando en estos sitios. Así, a menudo no hacemos casos de las advertencias de los padres o los amigos que dicen: “quién sabrá lo que realmente está sucediendo allá”. He aquí una bocanada de lo que realmente está sucediendo en Egipto ahora mismo, un reportaje de un amigo de tripwolf que recientemente ha viajado a Egipto por negocios (si bien en estos días los negocios no andan viento en popa…).
“Se nos ordenó que permaneciésemos dentro de nuestras habitaciones debido a los cocktails molotov que fueron lanzados en Corniche el martes pasado. Los egipcios dicen con tristeza que pasarán años antes de que las cosas vuelvan a la normalidad. Las cadenas de comida como KFC, Pizza Hut y la Burger King en el centro de El Cairo y Carrefour en Maadi han sido saqueadas y quemadas. Egipto aún se encuentra en crisis. Tenemos una amiga que salió la semana pasado rumbo a los principales monumentos de este país como Asúan y Luxor, llegó hasta Harghada y recorrió todo El Cairo y si bien ella sentía que todo andaba bien, los locales le decían que estaba loca por asumir un riesgo de tal magnitud.
Dos días antes a uno de los chicos de la oficina le asaltaron y le robaron el coche. El tráfico es horrible en cada punto de intersección porque la policía no se encuentra en las calles y, por ende, no hay seguridad. ¡Algunos necesitan dos horas para llegar al trabajo porque el tráfico es infernal! Las tiendas y los restaurantes cierran temprano y todos abandonan rápidamente los puestos de trabajo porque en las calles no hay seguridad.
Obviamente, las autoridades locales nos advirtieron que no deberíamos viajar fuera de El Cairo. En los días que estuvimos allí hubo disturbios y enfrentamientos religiosos que causaron muchas muertes. Hemos tenido amigos que se han aventurado hasta Harghada, Luxor y Asúan y no corrieron contratiempos pero las personas del lugar afirman que estaban completamente locos al asumir un riesgo tan grande. Las tiendas y los supermercados están abiertos pero trabajan a tiempo reducido, fundamentalmente sólo durante las horas del día y los restaurantes cierran sus puertas mucho más temprano que lo normal. Los hoteles tienen una ocupación de sólo el 5%… han reducido los precios pero igualmente están vacíos.
Todavía no hay policías en las calles, no hay control del tráfico y la situación del mismo es caótica, con atascos en cada esquina. Se tarda dos horas más de lo habitual llegar a cualquier destino, por muy corto que éste sea. Aún así, la seguridad en un país en el medio de una revolución siempre será una cuestión de criterio personal. Los precios se han reducido bastante y el país es inestable. Los sitios apartados como los resorts y Asúan con toda probabilidad son más tranquilos y seguros pero las áreas turísticas fuera de El Cairo como Giza no son seguras por el momento.
Sí, hay disturbios, lugares como el gran bazar Khan al kaili han cerrado. Los puestos de control siempre han estado allí… hay barreras concretas en las carreteras y los policías aceptan sobornos…
El transporte público antes de la revolución ya era poco fiable y bastante incierto… la revolución no ha mejorado las cosas. A menos que puedas leer y hablar árabe es difícil comprar billetes y más aún reconocer tu destino. Las personas son amigables y muchos intentan ser de ayuda pero en ciertas ocasiones los consejos no son fiables. Viajar en tren es muy barato y siempre pueden tomar los trenes de día en los cuales deberán pagar un pequeño extra por no tomar el tren de la noche. Sin embargo, el W.C.S. es una pesadilla, con piezas flojas entre los vagones, personas que cuelgan de las puertas y excesivo movimiento.
¿Voy a viajar ahora? Probablemente no… en Egipto las cosas están difíciles y el lugar está en crisis. Las balas golpean las paredes por encima de nuestras cabezas… Hace tan sólo dos semanas la policía arrestó a algunos turistas en la plaza Tahrir y les dio una paliza. Hasta que las cosas no se calmen, viajar es arriesgado.”
[…] visitado Egipto en una época que está dejando una profunda huella en la historia del país. Aterrizamos en El […]