Cuando el entorno tiene un encanto especial, disfrutar de una buena velada de cine es un placer. Gozar tanto con la proyección como con la naturaleza que te rodea, no siempre experimentarse a la vez. Hay conceptos diferentes de cine al aire libre, como una terraza de jacuzzis desde la que ver películas dominando la vista panorámica de Londres. Sin embargo, este cine flotante en la isla privada thailandesa de Yao Noi, en el mar de Andaman, ofrece una experiencia única y sin precedentes.
Un auditorio temporal diseñado por el arquitecto Ole Scheeren, en colaboración con la Fundación Film on the Rocks Yao Noi.
Esta particular “sala de proyecciones” en la Costa Oeste de Tailandia, es un conjunto de balsas, conocido como el Archipiélago de Cine, en el que se encuentra la pantalla gigante. El público ve las películas mientras sus butacas flotan sobre el mar.
El origen de este cine fue el Festival Film on the Rocks Yao Noi. Querían que la sala de proyecciones del Archipiélago del Cine pareciese algo de otro planeta y… ¡objetivo conseguido! Los grupos de ávidos espectadores experimentan momento cinematográficos excepcionales en medio de la privada costa rocosa de Yao Noi.
El arquitecto empleó técnicas locales para construir este cine flotante: aprovechó las balsas donde los pescadores crían langostas, y empleó marcos de madera atados con bandas elásticas para crear grandes bloques rodeados de mosquiteras. Además, empleó madera y materiales reciclados, y la balsa se sigue empleando. Después de las proyecciones, su la gestión queda en manos de la comunidad local.
La construcción es tan manejable que sirve tanto para dar cabida a un sonado festival, como para satisfacer los deseos de grupos de cinéfilos que quieran disfrutar de este espectáculo en este singular rincón de Thailandia.