Cuando sobrevueles el Atlántico, verás cómo se levantan ante ti unas robustas montañas volcánicas. Ya estás llegando a Tenerife. Y estos, los montes de Anaga.
Una zona que ofrece unas excursiones únicas y unas playas de arena negra aún mejores. Benijo es de las más conocidas por los surfistas de la isla.
La capital, Santa Cruz, ofrece una gran variedad de ofertas, el espectacular auditorio del conocido arquitecto Calatrava. Un paseo por las preciosas Ramblas con sus terrazas. Así como distintos restaurantes La tasca de en frente, El bulán y en la Avenida de Anaga, que da al puerto de la ciudad.
Muy cerca de Santa Cruz está el encantador pueblito de pescadores de San Andrés, cuya playa, las Teresitas, muy conocida por su arena traída del Sahara. Allí podrás disfrutar de comidas típicas, como las “papas arrugás con mojo” y también de muy buen pescado.
Por los microclimas, el norte de la isla y sus pueblos La Orotava, el Puerto de la Cruz, Garachico, la Punta de Teno, son mucho más verdes que cualquier otra parte de la isla. El Puerto de la Cruz además ofrece muchas actividades de interés turístico como el Loro Parque, el Jardín botánico y el Casino.
La obligada excursión al pico más alto de España, El Teide es donde, este fenómeno de los microclimas, se observa de forma más clara en la temperatura, en la vegetación y en el paisaje. Muy sorprendente también es ver cómo las formas de las piedras volcánicas han ido cambiando hasta crear un auténtico paisaje lunar.
Según bajéis hacia el sur, el paisaje pasará de tener muchísima vegetación hasta convertirse en, cada vez más caluroso y árido.
No dejes de visitar los increíbles acantilados de los Gigantes y, recorriendo esta misma costa hasta llegar al sur, la playa del Médano.
Y es que a tan sólo dos horas y media podrás disfrutar de unas vacaciones, sin duda excepcionales, en una isla en la que pese a ser verano o invierno, podrás encontrar un lugar donde cobijarte del calor o del frío.