Algo muy importante de cada lugar que exploramos es, sin duda, probar los sabores de la gastronomía local. Degustar los platos típicos, de la manera en la que los lugareños los comen, es una experiencia cultural que nos aproxima a las gentes de cada rincón del mundo, y a cómo viven sus costumbres reflejadas en la cocina, uno de los aspectos más característicos de cada comunidad.
A través de la cocina típica salen a relucir los mejores productos de cada tierra e incluso sus tradiciones y valores. Algunos de los sabores que conquistaron nuestros paladares en Sudáfrica fueron los del Bunny Chow, el biltong, las tortitas, el estofado de impala, las frutas naturales o el dulce pudding de malva.
En Durban, donde se halla la comunidad hindú más grande del mundo fuera de la India, reina el curry y la especias se combinan maravillosamente, con un toque picante. Así son los llamados “Bunny chow“, que generalmente son de pollo, y que puedes encontrar fácilmente en cualquier rincón de la ciudad.