Mucha gente asocia Girona a fantásticas playas, y es normal, pues la increíble Costa Brava habla por sí sola. Sin embargo, a pocos kilómetros de la costa, Girona posee otra joya compartida con otras comunidades y de la que puede estar también bien orgullosa: los Pirineos. Como en otros emplazamientos de la cordillera hispano-francesa, dispone de actividades tanto invernales como estivales para todos los gustos. Este invierno he estado en 4 de sus principales estaciones, y voy a contaros lo diferentes que son, cómo se adaptan a cada tipo de público, y algunas de las actividades con las que puedes disfrutar en ellas.
Mi viaje pasa por las 4 estaciones de: Masella, La Molina -dos estaciones muy populares, curiosamente conectadas entre sí- , Vallter 2000, y finalmente Guils Fontanera, en la que nos dejamos seducir por el paisaje practicando esquí de travesía y raquetas de nieve.
Masella
Se trata de una estación de gestión privada con afluencia directa principalmente de público barcelonés. Si algo puede definir a esta estación es el precioso paisaje de bosque que luce. En Masella, uno atraviesa literalmente laderas de frondosos bosques y puede casi tocar los riscos sumergiéndose en el paisaje montañoso que te abriga al practicar distintas actividades: esquí, snowboard… mientras serpenteas por sus bosques. No he esquiado “tan cerca” de bellas y rocosas montañas en mi vida. Además, con un poco de suerte, alguna rupicapra (o isard, como se denominan allí) puede pasar a pocos metros de ti, ¡unos animales preciosos!.