La semana pasada acudí a la Ciudad de Guatemala para participar activamente en el Seminario Internacional de Turismo y Medios de Comunicación en Centroamérica, organizado por la Secretaría de Integración Turística de Centroamérica y apoyado por la Organización Mundial del Turismo (UNWTO), INGUAT y el Fondo España-AECID.
En la primera jornada se constató cómo el turismo, más allá del ocio, significa grandes ventajas como erradicar pobreza de los territorios, mejorar calidad de vida de las comunidades y contribuir a la conservación del medio ambiente. Los viajeros debemos ser conscientes del gran impacto que nuestros movimientos originan en los lugares que visitamos.
El turismo como generador de negocio crece más que la economía global – afirmaba Marcelo Risi, Responsable de Medios de Comunicación y Jefe de Prensa de la UNWTO-. Es tan relevante que uno de cada doce empleos en todo el mundo están vinculados con la actividad turística. Concretamente en Centroamérica, el turismo genera 364.000 empleos directos, y un 20% más indirectos -apuntaba Mercedes Meléndez, Secretaria de Integración Turística-. Además, el Turismo implica muchos aspectos económicos y sociales a considerar como el consumo de productos locales, creación y uso de infraestructuras, múltiples asociaciones, grandes inversiones, preocupación por la seguridad, obtención de visados, etc.
A través de los medios de comunicación, el turismo se convierte en noticia en la medida en que impacta de manera directa en la economía global y al mismo tiempo la vida de la población. Caso a caso, se configuran historias humanas, y éstas son las que nos conmueven, nos sorprenden, nos emocionan. Esta reflexión abrió el debate sobre el equilibrio en los medios entre noticias escritas buscando el efecto de elevar la audiencia, y la generación de información periodística libre de pautas comerciales.
El contenido de la segunda jornada del seminario se centró en la gestión de comunicación de crisis. En Centroamérica es un tema crucial, ya que a menudo las noticias sensacionalistas eclipsan otras más favorables al destino. Lógicamente, los medios no pueden callar las malas noticias, pero hay que saber cómo salir y qué decir ante una crisis. La comunicación de crisis debe ser parte integral del plan estratégico de comunicación de un territorio. La evolución de las crisis depende de cómo se perciban los cambios y como se reaccione ante la adversidad. Con Germán Porras, ex secretario general de Turismo de España, analizamos las mejores prácticas, y repasamos casos de crisis en los que una gestión inadecuada causa la pérdida de confianza en un destino, llevando a los viajeros a evitarlo -como sucedió en Egipto.
En situación de crisis, la comunicación es importante desde una fase previa con medidas preventivas para mitigarla cuando se produzca. Se debe establecer un protocolo flexible de respuesta y actuación ante la situación -sobre todo a nivel institucional-, y llevar a cabo un seguimiento posterior a la crisis, con respuestas tipo y cuidando ofrecer mensajes de empatía para el público, sobre todo los afectados. De esta forma, asumiendo las responsabilidades y respetando los procesos, se mantienen la reputación y el liderazgo, comunicando con transparencia, precisión y a través de una sola voz.
El viajero no tiene por qué ser fiel a un destino, sino que por el contrario, es muy sensible a la percepción subjetiva de riesgo. Por esto, se puso de relieve la necesidad de suavizar la vulnerabilidad del viajero, derivada de factores como el desconocimiento del idioma, entorno, procedimientos de actuación, y la importancia de mantenerle bien informado.
El turismo es una apuesta de futuro, es un producto de confianza por excelencia, por eso hay que encontrar cómo comunicar la información de la mejor manera posible para atraerlo y no ahuyentarlo. Lo ideal es que los destinos mantengan una relación fluida con los medios comprometidos con la transparencia informativa.