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Las 4 estaciones: Vallter 2000, Masella, La Molina y Guils Fontanera

Mucha gente asocia Girona a fantásticas playas, y es normal, pues la increíble Costa Brava habla por sí sola. Sin embargo, a pocos kilómetros de la costa, Girona posee otra joya compartida con otras comunidades y de la que puede estar también bien orgullosa: los Pirineos. Como en otros emplazamientos de la cordillera hispano-francesa, dispone de actividades tanto invernales como estivales para todos los gustos. Este invierno he estado en 4 de sus principales estaciones, y voy a contaros lo diferentes que son, cómo se adaptan a cada tipo de público, y algunas de las actividades con las que puedes disfrutar en ellas.

Mi viaje pasa por las 4 estaciones de: Masella, La Molina -dos estaciones muy populares, curiosamente conectadas entre sí- , Vallter 2000, y finalmente Guils Fontanera, en la que nos dejamos seducir por el paisaje practicando esquí de travesía y raquetas de nieve.

Una de las vistas de todo el valle de la Cerdaña desde La Masella.
Una de las vistas de todo el valle de la Cerdaña desde Masella.

Masella

Se trata de una estación de gestión privada con afluencia directa principalmente de público barcelonés. Si algo puede definir a esta estación es el precioso paisaje de bosque que luce. En Masella, uno atraviesa literalmente laderas de frondosos bosques y puede casi tocar los riscos sumergiéndose en el paisaje  montañoso que te abriga al practicar distintas actividades: esquí, snowboard… mientras serpenteas por sus bosques. No he esquiado “tan cerca” de bellas y rocosas montañas en mi vida. Además, con un poco de suerte, alguna rupicapra (o isard, como se denominan allí) puede pasar a pocos metros de ti, ¡unos animales preciosos!. 

Durante nuestra estancia nos acompañó Desiree Soler, que trabaja en la estación, y nos descubrió lo mejor de Masella. Una pistas aptas para todos los públicos, con todo tipo de niveles e incluso posibilidades de salir fuera de pistas para los más atrevidos. Además de destacar su sinergia con el entorno, la estación presenta unas vistas envidiables de todo el Valle de la Cerdanya, un altiplano lleno de posibilidades que conecta España y Francia (es el segundo más alto del mundo, según nos dijeron), donde se encuentra Puigcerdá, su capital.


Panorámica esférica de la estación de Masella, el Pirineo en 360º

Y como decíamos, no sólo hay nieve por aquí. Existen innumerables actividades de montaña que se pueden practicar a lo largo de todo el año, como la famosa caminata de los Cavalls de Vent, una ruta de tres días a través de los refugios de la montaña. Incluso ésta, tiene su versión “pro” para los más deportistas.

Masella conecta directamente con La Molina, su estación “hermana”, que también depara algunas sorpresas. Atento que hay que adquirir un forfait adicional si quieres disfrutar de ambas estaciones en el la misma jornada.

La Molina

Es la estación ¡más antigua de España! Muchos esquiadores de la “vieja escuela” han aprendido a deslizarse en su Pista Llarga -que, aunque comparada con las de hoy en día tampoco es tan larga, en su día debía ser impresionante para los primeros esquiadores que se aventuraban a practicar este deporte-. Dispone de muchas ofertas para familias y estudiantes, así como viajes organizados en bus y tren desde puntos como Barcelona. Por ejemplo, ¡4 universitarios pueden esquiar por sólo 25 euros cada uno!. Se trata de una estación gestionada por la Generalitat que tiene abierta sus instalaciones todo el año.

Entre una de sus joyas se encuentra el Half Pipe (o tubo) más grande de los Pirineos, donde se celebró recientemente un campeonato del mundo con las piruetas más arriesgadas. ¡Un “caramelito” para los que practican snowboard!. Si te atreves a bajarlo no puedes dejar de visitar el restaurante de Alabaus (al final del tubo), donde te recomendamos que pidas una tabla de embutidos de la zona… ¡realmente auténticos!, como la bull negra (un tipo de butifarra artesana, rica, rica). Esta estación dispone de un centro de deporte adaptado para discapacitados, incluso alberga competiciones para los mismos, además de contar con numerosos parkings y una accesibilidad general muy buena.

En verano, la estación cuenta, entre otros, con un completo  BikePark, en donde circuitos invernales de nieve, se transforman en circuitos montañosos repletos de bosques para los amantes de las dos ruedas. Y no sólo eso, sino que disponen de un parque de aventura con actividades tan diferentes como los segways (nada que ver a los típicos de ciudad), los karts, o la SuperTirolina, todo gestionado por la empresa Altitud Extreme, con la que probamos algunas de sus emocionantes actividades de aventura en la montaña. No te cortes y vuela probando la tirolina de ¡más de 100 metros!

Vallter 2000

Lástima que el día que fuimos estaba algo nublado, porque nos hubiera encantado ver algo que es único en una estación de esquí en España: ¡puedes ver el mar Mediterráneo esquiando!. Desde Vallter 2000, la estación más mediterránea (título que ostenta por ser la estación más oriental de España), puedes ver el mar desde sus cumbres en un día despejado. Es una estación familiar, muy apta para quienes se están iniciando, y con un gran parque de actividades para mayores y pequeños, ya que han montado unos toboganes de nieve para bajar con grandes donuts, ¡muy divertido!

Otro de los aspectos que más nos asombraron es la impresionante calidad de los materiales de los que disponían en la parte de alquiler para el público en general. Todos los esquís, tablas, botas, cascos… parecían el escaparate de una tienda de lujo ordenado y pulcro. La buena imagen y condición de todos productos hacen que la experiencia deportiva en Vallter 2000 sea aún mejor. El director de la estación, Enric, nos acompañó explicándonos más deleites, como por ejemplo las rutas que se pueden hacer en verano a través de sus montañas tanto a pie como en bicicleta.

Un material impecable en una estación familiar.
Un material impecable en una estación familiar.

El nacimiento del río Ter está a apenas 400 metros de camino, e incluso hay rutas de esquí de travesía para llegar al Valle de Núria en apenas 4 horas. Además, suelen realizar eventos en casi todas las noches de Luna Llena, en las que mucha gente sube hasta el restaurante situado en la cota máxima, para luego descender a la luz nocturna que ilumina un paisaje boscoso y espectacular.

También pasa por esta estación una de las rutas ciclistas más importantes de la zona, ya es que es un gran y sinuoso puerto de montaña con el que vas descubriendo mientras subes, la posición envidiable de esta estación. ¡Pequeña, pero matona!.

Guils Fontanera

En Guiles disfrutaremos de otra forma de esquí muy saludable y placentera.
En Guiles disfrutaremos de otra forma de esquí muy saludable y placentera.

Por último, encontré una estación que no te puede dejar indiferente. Tengo que reconocer que nunca había probado el esquí de fondo, y me parecía un deporte duro, con el que te cansas rápidamente, más aún cuando algunos preferimos la velocidad. ¡Y tengo que admitir también que me ha encantado descubrirlo! Este deporte, tan diferente, es una gozada, sobre todo en una estación que, en cuestión de kilómetros para practicar esquí de fondo, es la más grande de España.

En Guils Fontanera, una sorprendente tranquilidad te embriaga cuando caminas sobre sus rutas, impecablemente acondicionadas. Es un entorno para toda la familia (me encontré desde niños hasta personas de más de 80 años), en donde practicar un tipo de esquí mucho más económico que el esquí alpino. Muy fácil de aprender, te das cuenta de que disfrutas de la montaña de otra forma, con otras sensaciones. Te da tiempo a  respirar, a ver, a parar, a hablar, a sentir… Y puedes llegar a lugares que otro esquí no puede ofrecerte. Entre otros, descubrimos un mirador desde donde veíamos todo el valle donde se encuentra Puigcerdá y las cumbres del Cadí.

Cuatro estaciones, cuatro experiencias, cuatro sensaciones tan diferentes y tan emotivas, ¡que espero poder disfrutar independientemente de cada una de ellas durante más tiempo!. Con este artículo esperamos haberte mostrado una cara distinta del Pirineo, y un destino obligado a partir de ahora en la lista de deseos para próximos viajes.


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