Todos hemos recorrido Central Park, hayamos o no estado en La Gran Manzana, desde canciones, páginas de libros, pantallas de cine y trepidantes aventuras que de una manera u otra hacen que sea un parque especial.
Si además te gusta uno de los mejores grupos de la historia de la música de todos los tiempos, conocerás el tema Strawberry Fields. ¡Exacto! Hablo de Los Beatles, y de una de sus más bellas canciones, que tiene su eco en este rincón escondido del emblemático pulmón verde de la capital del mundo.
Esta curiosa porción de suelo toma su nombre en honor al lider de esta banda, el carismático John Lennon, asesinado prematuramente en 1980 por un fan enloquecido. Es relativamente encontrarlo, ya que si uno mira hacia la que fue la famosa residencia de Lennon y Yoko Ono, el edificio Dakota, las el mosaico de baldosas en las que leemos “Imagine” se adentran en el parque en esa direccion.
Este colorido círculo que se mantiene siempre cuidado, desde hace más de 3 décadas en un centro de peregrinación para los amantes de la musica pop y de los mensajes de amor y paz que con ella dieron la velta al mundo. Cada aniversario se congregan cientos de personas alrededor del mosaico del parque, y depositan flores que se amontonan recordando las letras de sus canciones en un más que emotivo homenaje.
Cerca del círculo que evoca todo esto, este parque encierra muchos maás misterios, muchos de ellos, escondidos tras los muros de un mítico Museo. Además del Metropolitan, el MOMA o el Guggenheim, si eres amante de las exposiciones asombrosas, deberías dejarte caer por el American Museum of Natural History de esta ciudad.
Entre las reproducciones de animales con las que cuenta este didáctico edificio, la más espectacular es sin duda la de la ballena azul, una fiel copia a tamaño natural del animal vivo más grande del planeta, impresionante.
En este parque hay muchos muchos lugares para dejarte boquiabierto: monumentos llenos de recuerdos como el de “Imagine”, castillos de película, como el de Belvedere, una mágicas pista de patinaje, fuentes, arroyos, kioskos, praderas, paradas de carruajes, el lago, paseos, puentes, museos únicos con tesoros como todos los vestigios de Egipto que alberga el Metropolitan… ¿Cuánto crees que tardarías en recorrerlos todos?
Lo mejor de todo, es que la intensa vida de la ciudad de Nueva York, la que nunca duerme, hace que estos tesoros, aunque permanezcan allí, tengan mil caras y sean capaces de embaucarte una y otra vez.