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Category: chic para todos los bolsillos

Londres: La ciudad que no descansa

Tradición y vanguardia se entremezclan en cada una de las calles londineses para convertir a esta ciudad en una de las más turísticas de Europa. La afluencia de turismo es impresionante, tanto es así que cada año Londres acoge aproximadamente a 30 millones de personas que desean develar sus más recónditos secretos.

Londres, como ciudad cosmopolita, presenta atracciones para todos los gustos. Un recorrido por la misma puede comenzar por la famosa Picadilly Street, la calle más chic de toda la ciudad; ideal si deseas ir de compras por boutiques exclusivas donde se intercalan los negocios de Dolce & Gabanna, Cartier o Channel. Al finalizar el recorrido encontrarás una de las plazas más concurridas, la Picadilly Circus.

Foto tomada por jitze

5 alternativas a lo pegajosamente romántico

San Valentín le saca ronchas a mucha gente, y con razón.

Ese plan de a dos buscando nubes en forma de corazón, comiendo a la luz de las velas o hablándose al oído mientras un violín acompaña esas miradas penetrantes -o asfixiantes- pueden parecer, como poco, empalagosas al punto de un coma diabético. Por eso, si una escapada romántica no es exactamente lo que buscas, te damos 5 alternativas para pasarlo en grande en ciudades únicas donde el deporte de aventura, la cultura, las caminatas, la playa o la historia te pueden ofrecer mucho más que besitos y kilos extras.

Reserva un vuelo por ejemplo a Florencia, Italia: puede sonar muy romántico, pero esta ciudad tiene unos museos de infarto, unas galerías de arte incomparables y un mercado de pulgas que atrapa a cualquiera. Tras caminar la ciudad y descubrir los miradores, en Florencia las noches son muy emocionantes. bares y cafés con mucha vida, bodegas típicas con unos vinos fantásticos, y siempre mucha gente en busca de viajeros con ganas de marcha. ¿Que te parece la idea de perderte unos 3 días en esta cuidad?

Diez escapadas románticas para San Valentín

Se acercael día de San Valentín y muchas personas comienzan a preguntarse qué hacer para sorprender a su pareja en ese día tan especial. Lo cierto es que una escapada romántica será una experiencia que guardaremos por siempre en nuestra memoria. Quizás por ello muchos indagan sobre qué ciudades serían ideales para asombrar a su media naranja.

Si bien la diversidad de sitios alrededor del mundo es enorme, existen algunas ciudades conocidas por su exquisito halo de romanticismo:

1. Verona, Italia. Más conocida como la ciudad de Romeo y Julieta, Verona rezuma antiguas leyendas que se entretejen entre calles empedradas y edificios góticos. Pero el día de San Valentín todo adquiere un encanto especial, es el momento por excelencia en que cientos de parejas de todo el mundo se dan cita en la casa de Julieta, un edificio medieval de ladrillos y balcón saliente. En la noche la ciudad adquiere una nueva vida, siendo ideal cenar en alguno de los románticos restaurantes de Piazza delle Erbe, la más antigua de la ciudad.

2. Hawai, EUA. Un paraíso de arenas blancas y costas verdes, preciosas cascadas, una vegetación exuberante y lagunas de un azul intenso esperan a las parejas de enamorados para envolverlos en el clima mágico de las islas. Por las noches, al ritmo del Hula, será imposible no dejarse envolver por el ambiente exótico e incitante de Hawai.

3. París, Francia. Ciudad elegante, cosmopolita y romántica; le brinda a los enamorados un entretejido de calles estrechas llenas de cafés y restaurantes donde pasar una noche inolvidable. No obstante, muchos no pueden resistir la tentación de decidirse por un espectacular crucero nocturno por el Sena, con cena romántica incluida. Pero el día de San Valentín, muchas parejas se encuentran en un espacio sui generis de París: Le Mur des je t’aime (El Muro de los Te Amo), una obra que resalta el poder del amor.

Rebajas en los Centros Comerciales de Madrid

¡Por fin han llegado las rebajas! En estos tiempos de gangas y enormes descuentos sois muchos los que gustáis de hacer una escapada a la capital a recorrer sus numerosos centros comerciales en busca de los mejores precios. Por eso hoy me gustaría hacer un repaso en este post de los principales centros comerciales de Madrid para que nadie se nos pierda. ¡Aviso a los viajeros! si estáis pensando en hacer un viajecito a Madrid, esta puede ser una buena época.

En Madrid destacan centros comerciales como el de Príncipe Pío, La Vaguada, Plenilunio, Tres Aguas o Las Rozas Village, lugares que no deberán perderse los amantes de las compras. En ellos se puede encontrar casi todo lo que uno pueda imaginar y además, a su vertiente de ventas, incorporan una completa oferta de ocio.

El Centro Comercial Príncipe Pío se creó en la antigua estación del Norte, donde ahora conviven comercios, restaurantes y cines. El centro puede presumir de arquitectura y situación. Se divide en tres plantas donde podremos hacer nuestras compras en establecimientos como H&M, Zara, Stradivarius, Coronel Tapioca, Oisho, Natura o Pull&Bear, entre otros. Junto a las grandes cadenas coexisten tiendas de regalos y complementos, deportes y cosmética.

Bruselas: La ciudad de las mil facetas

Bruselas es una ciudad que no oculta su pasión por el “buen vivir”. A cada paso podrás darte cuenta de ello, sobre todo si te detienes en alguna de las cafeterías de aire romántico a degustar alguno de los exquisitos bombones de manufactura nacional. Pero más allá de este ambiente refinado, Bruselas esconde sitios increíbles que juegan con nuestra percepción como el Museo de Magritte o la casa Museo de Víctor Horta.

Pero para iniciar a descubrir los secretos de Bruselas nada mejor que visitar la Gran Place, una de las plazas más bellas del mundo donde sus imponentes edificios parecen relatarnos historias de tiempos pasados. El Ayuntamiento es sin lugar a dudas uno de los edificios más impresionantes con su torre gótica de casi cien metros de altura. Como dato curioso les apunto que es uno de los pocos edificios en el mundo que brinda la falsa percepción de simetría aunque si lo miramos con un mínimo de atención, podremos percatarnos que realmente no es simétrico.

Foto tomada por Leandro

Otras exquisiteces de la arquitectura y del interiorismo nos esperan en el Palacio Real de Bruselas, cuya reconstrucción data del siglo XVIII. No obstante, sería un verdadero pecado no visitar en su interior la Habitación de los Espejos, un exquisito juego de luces y cristales o la Habitación del Imperio, donde descansan jarrones enormes delicadamente trabajados.

Las personas más audaces tendrán una cita obligada en la Casa Museo Horta. Toda una aventura ya que en la misma no existen pisos tal y como los conocemos y las paredes son casi inexistentes, brindándonos una perspectiva totalmente nueva y retadora. Pero otro tanto nos sucederá en el Museo de Magritte, donde podremos apreciar el surrealismo en toda su expresión a través de casi 250 objetos de arte que se distribuyen en los cinco pisos de la que fuese la casa del pintor.

Aquellos que prefieran la modernidad también tienen sus espacios reservados en Bruselas, como es el caso del Atonium, una impresionante figura de una célula de acero cristalino enclavada en un verde totalmente relajante.

Foto tomada por p2bg

Pero si andamos atentos, Bruselas nos sorprenderá con algunos monumentos o decoraciones sui generis. Quizás a más de uno le asombrará hallarse con fachadas enteras de edificios decorados con cómics, pero no podía ser de otra manera en la “capital del cómic” o encontrarse con el célebre Manneken Pis, la representación de un niño que orina totalmente desnudo en pleno centro de la plaza.

Foto tomada por sylvainratton

Precisamente en esta diversidad radica el encanto de Bruselas, un sitio donde se puede degustar tranquilamente del té y los pasteles cuando vamos de compras remontándonos a siglos anteriores pero a la misma vez, cuando cae la noche, la modernidad nos tomará del brazo para seducirnos con el sabor de la cerveza en alguno de los pubs locales.

Senderismo en Gran Canaria: de Cuevas Blancas a la Caldera de Tenteniguada

Si existe un clima ideal para el senderismo sin lugar a dudas ese es el de Gran Canaria. Con una temperatura estable casi todo el año que ronda los 25 grados, con poquísimas lluvias y un sol amable usualmente menos fuerte por el efecto de un vientecillo permanente, los paisajes naturales se convierten en un paraíso para los amantes del senderismo.

Entre los múltiples senderos canarios uno de los más atractivos es el conocido como la ruta 21, que parte de Cuevas Blancas para llegar a uno de los rincones más bellos de la isla: la Caldera de Tenteniguada. Embarcándonos en esta aventura podremos apreciar panorámicas que abarcan todo el este y el norte de Gran Canaria pero si iniciamos la andadura en un día despejado, la vista del Teide nos asombrará con su imponencia.

El recorrido comienza en el embalse de Cuevas Blancas, una de las más antiguas de la isla; para después dirigirnos al pinar donde señorean los pinos canarios cubiertos de líquenes. Vale aclarar que en algunas ocasiones la humedad ambiente en esta zona es elevada y la niebla es frecuente y es que en este sendero en particular, el agua parece haberse convertido en una artesana caprichosa que ha modelado el camino a su antojo.

Poco a poco van haciendo su aparición las retamas amarillas, los codesos y alguna que otra flor de color exuberante que nos regala un paisaje totalmente diferente al que hemos dejado a nuestras espaldas.

Pero las sorpresas no terminan, aún nos aguarda la próxima estación marcada por las brechas volcánicas, los depósitos sedimentarios y la lava.

Al llegar a Roque Jincado o el “Peñón Rajado”, como también se le conoce por su singular forma, apreciaremos una mina abandonada junto a un estanque excavado en la roca. Un sitio donde aún se mantienen los restos de una intensa labor minera.

Luego nos acogerá El Rincón, un pueblecito rural donde podremos apreciar el folclore canario en su máxima expresión. La arquitectura tradicional, la artesanía y, por supuesto, la excelente comida; nos dispensarán un espacio ideal para descansar.

Como datos técnicos les adelanto que, aunque este sendero es relativamente corto (comprende casi 9 kilómetros), tiene un grado de dificultad medio fundamente debido al fuerte desnivel existente que nos compulsará a superar varias rampas medianamente peligrosas.

Agaete y Arucas: dos caras de una misma moneda

Mar y montaña, tradiciones e historia se combinan en dos pequeños pueblos de Gran Canaria: Agaete y Arucas. Si bien el principal atractivo por el cual muchas personas llegan a Gran Canaria son sus playas y su clima, bien vale la pena alejarse de los recorridos turísticos para descubrir una isla llena de usanzas ancestrales y rincones mágicos por develar.

Como la isla es pequeña, ambos pueblos pueden recorrerse en un solo día. Particularmente aconsejo iniciar por Agaete, un pueblo de pescadores donde el tiempo parece haberse detenido.

Si arribamos a Puerto de las Nieves lo primero que nos deslumbrará será la perfecta conjugación entre las imponentes montañas y el azul del mar. Una vez recuperados del primer impacto apreciaremos una extraña formación rocosa que emerge del mar, es el celebérrimo Dedo de Dios por el cual los canariones suspiran pues en una tormenta el frágil índice cayó al mar. Aún hoy turistas de las más disímiles latitudes arriban en la búsqueda de tan singular fenómeno de la naturaleza.

Otro de los aspectos que impacta de Agaete es la tranquilidad y el silencio que se respiran en el aire. Para aquellos que llegan de una gran ciudad es una verdadera bendición e incluso hay quienes se albergan en su pequeño pero excelente Hotel. Algunos aprovechan este ambiente mágico para gozar su pequeña playa mientras que otros prefieren desandar un paseo solitario sobre el mar que regala una comunión con el vaivén de las olas.

Por supuesto, sería un pecado abandonar este sitio sin degustar el marisco local en alguno de los pequeños restaurantes que miran al mar y que ofrecen precios módicos. Para finalizar el recorrido se puede salir por el pueblo, un conjunto de pintorescas casas de pescadores con motivos marineros.

Siguiendo el camino podemos llegar a Arucas, un pequeño pueblo canario de calles estrechas y empinadas donde solo sus habitantes nos hacen rememorar que estamos en pleno siglo XXI.

Al visitante desprevenido le tomará por sorpresa la Iglesia de San Juan Bautista, su imponente construcción resale al año 1909 y es de estilo neogótico. Debo puntualizarles que la iglesia normalmente abre a partir de las 16.30 y en ocasiones es necesario empujar un poco la puerta para entrar pues usualmente permanece entrecerrada, quizás con el propósito de preservar un ambiente sacro. Una vez dentro sobresalen sus vitrales, espacio por el cual la luz parece jugar con los arcos y cúpulas del recinto. También pueden apreciarse las más variadas piezas escultóricas de procedencia italiana, flamenca y andaluza.

Continuando el camino encontraremos pequeños restaurantes y cafeterías donde degustar un aperitivo. Si se deciden por la cafetería-bocata Siroco no se dejen maravillar por el ambiente de taberna antigua del primer piso y suban hasta el segundo, su explosión de luz les subyugará.

A pocos pasos se encuentra el Parque Municipal, un espacio relajante donde podrán hacer un alto en el camino gozando de una temperatura de al menos tres grados en menos. Si deciden ir unos metros más allá, podrán toparse con la Fábrica de ron Arehucas, fundada en el año 1884, actualmente produce la bebida emblemática de la isla que, sin dudarlo, amerita una degustación.

Cantabria, siempre con ganas de volver

No es la primera, ni la última vez que escribiré sobre Cantabria. Cada vez que regreso me quedo con ganas de volver y es rara la semana en la que no repaso los maravillosos recuerdos con los que tanto me hace soñar. Sin duda, aunque parezca increbile, hay sitios -todos los tenemos- que nos hacen volar sobre montañas y aterrizar en un mundo que parece idílico y lleno de felicidad. Cantabria es uno de ellos. Se puede disfrutar en cualquier estación del año.

En mi último viaje aproveché para visitar sitios diferentes teniendo como lugar de descanso el Hotel Camino Real de Selores, en el Valle de Cabuérniga. Del hotel solo puedo hablar maravillas. La decoración de cada habitación es diferente, amplias, con jacuzzis grandísimos, en una zona rural muy acogedora y apartada del mundanal ruido, con unos desayunos espectaculares y una cocina de alta gastronomía a precios razonables, la bodega era muy completa y la atención de todo el personal muy cercana.

Al estar bien comunicado nos permitió en pocos días hacer diferentes planes:

Para un poco de aventura y cultura geológica fuimos a la Cueva El Soplao. Se le llama así porque cada vez que se descubre una nueva cavidad, tan grande como esta, al romper la últimas rocas en la perforación el aire comprimido desde hace miles de años sale despedido hacia fuera soplando a sus descubridores. Es un lugar enigmático y merece la pena ir de visita turística, aunque también probaremos en próximos viajes a hacer espeleología por toda la cueva.

Para un poco de conocimiento sobre nuevos sitios estuvimos en Comillas y su playa norteña, San Vicente de la Barquera y Potes. En este último sitio paramos a comer en uno de los mejores restaruantes de la zona. En el Asador El Balcón se come genial por un precio módico, la cantidad de comida es bastante para aquellos que nos gusta salir doblados del restaurante al que vamos -no se desperdicia nada-. La calidad de las carnes hace honor a la zona de montaña y los ganados -casi salvajes- que allí habitan. Y sobre todo, no olvides llamar para reservar una mesa junto a sus ventanales donde podrás disfrutar de toda la vista del valle y del pueblecito con encanto que es Potes.

Benidorm: veraneando en rascacielos

Ya tenía ganas de visitar la ciudad a la que muchos llaman “el Nueva York” de España. Rascacielos por doquier a la orilla del mar, eso es cierto. El ambiente de Benidorm poco tiene que ver con el de la Gran Manzana, ya que esta localidad Valenciana es un lugar de vacaciones por excelencia, ideal para todos públicos, y especialmente popular entre los infatigables viajeros de edad más avanzada.

foto de Berts @idar

Benidorm está hecha para el turista: con 17ºC de temperatura media a lo largo de todo el año, recibe visitantes constantemente, y tiene para ellos una amplia oferta de entretenimiento: bares, discotecas, sidrerías, todo tipo de actividades deportivas, actuaciones musicales, etc.

Las extensas playas de Levante y Poniente se abarrotan día a día de gente, animación y bullicio. Además, otras un poquito menos populares como la Cala de Ximo o la Playa del Albir, ofrecen un ambiente más tranquilo.

Foto de Berts @idar

El festival de música “Low Cost” ha hecho de Benidorm un destino imprecindible para los amantes de los festivales veraniegos. Con un espléndido cartel, este festival ha unido en una gran fiesta a locales y turistas bailando al ritmo de grandes grupos como Placebo o Los Planetas.

Al frente de la cuidad, la Isla de Benidorm es también un punto muy atractivo. Se puede hacer una excursión a ella en ferry partiendo desde el centro de la ciudad. Al llegar, puedes disfrutar de sus playas y, cómo no, de una buena comida en su exclusivo restaurante, especializado en tapas mediterraneas, arroces y fideua.

FIB, música a la orilla del mar

Llega el veranito y con él el buen tiempo, las vacaciones, las playas a tope y ¡los festivales de música!

Este año, gracias a la Comunidad Valenciana, hemos asistido al Festival Internacional de Benicassim: más de 30.000 personas bailando, cantando y pasándoselo en grande a orillas del Mediterráneo.

El recinto del Festival alberga a visitantes de todas partes: saludos en todos los idiomas, artistas de distintos países, nuevas amistades de todas las culturas, fotos que darán la vuelta al mundo.

Prodigy en el FIB 2010

Benicassim ofrece durante es este festival, no sólo estupendos espacios para los conciertos, la acampada y la vida festivalera, sino también un entorno lleno de posibilidades. Desde los escenarios, en sólo unos minutos, se llega caminando a la playa. Un chapuzón en el agua es un reconstituyente perfecto para cargar las pilas para el FIB.

Además, para los más activos, en la Playa de Voramar, por ejemplo, se pueden realizar actividades acuáticas como Kayak, catamarán o windsurf. A la orilla de esta playa, en el restaurante con el mismo nombre: Voramar, se puede tomar un buen brunch o probar platos típicos de la zona, como la paella valenciana.

Playa de Voramar

Y lo mejor de todo: si tienes ganas de más: la saga continúa. Después del FIB, los festivales se suceden a lo largo de la costa española. Próximamente en la misma Comunidad se celebrarán otros como el Low Cost Festival en Benidorm o el Arenal Sound Festival.