El carnaval gaditano, como todo buen carnaval que se precie, se vive en la calle. Desde el primer momento, en que la ciudad se planta bajo el benévolo sol del invierno andaluz, para degustar erizos y ostiones con vinos de una tierra generosa en uvas de calidad; las calles de Cádiz se convierten en el escenario perfecto para la bullanga y el despropósito más creativo. Es tiempo de Carnaval, es el tiempo de uno de los 10 Tesoros del Patrimonio Cultural Inmaterial de España.
La competición, de lo más llevadera y agradecida, se produce entre las bambalinas del Gran Teatro Falla y las reuniones callejeras. Comparsas, murgas y chirigotas, impresionantes agrupaciones corales y todo el arte y el duende andaluz, cristalizados en una suerte de coplillas populares que sirven para dar un repaso a los acontecimientos del año.
Aquí no se libra nadie: políticos, reyes, instituciones, sucesos… todo queda registrado en los anales del Carnaval de Cádiz y de toda su provincia. Afortunadamente queda sitio para lo políticamente incorrecto, en un mundo encorsetado por la corrección mal entendida y la mala educación camuflada.
Es momento de diversión, de disfraz, careta y pito de carnaval; de copa de vino fino y chanzas, entre tapas de menudo y papas aliñás; de compadreo y particularísimo burlesque urbano, con chistes y picardía; y momento también para una crítica social ácida, descarnada y feroz para recordar, a quien corresponda, que la soberanía y el poder reside en el pueblo… por lo menos antes de la Cuaresma y en las plazas que un día vieron nacer la Constitución de 1812.
¡Viva ‘La Pepa’ y que nos quiten lo bailao! Carpen Diem y si no les dio tiempo a llegar al encuentro de la capital, piensen que todos los pueblos de gaditanos tienen su propio carnaval. De hecho, hasta el próximo 24 de febrero aún llegamos al de Trebujena, uno de los pueblos más animados por estas fechas.
El próximo fin de semana, después de que las agrupaciones hayan pasado con sus coplillas por todos los lugares más emblemáticos del municipio, entre ellos el famoso 7 de Copas, un local con mucho tirón carnavalesco, los trebujeneros y trebujeneras dirán adiós a su carnaval con la quema de la Bruja Piti, después de muchos días de jolgorio y desfile.
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