A principios de este año, en este escueto post, os deseaba un 2017 llenito de viajes y de música… ¡un gran deseo!
Quiero daros las gracias a todos y cada uno de los que habéis puesto un granito de arena para que se sucedan las ideas geniales y los viajes inolvidables a ritmo de fascinante música. Así ha nacido el Camino de SwingTiago.
Este sin duda es para mí el año de disfrutar como nunca con el swing-jazz que reina en mi entorno -¡aunque mi corazón sigue siendo de metal, yeah!-. SwingTiago ha sido una idea genial, una ilusión, un trayecto, mucho sudor, una tonelada de experiencias, una realidad para muchos, ¡muchos!.
Comenzar el año divirtiéndome con amigos ¡oh, Valencia, directa al corazón! me marcó. Felicidad máxima viajando con los compañeros de Edicom ¡a conquistar Marchica! y bailar con unos compañeros de lujo como los Hoppers Fusion es un comienzo “de 10“.
¿Y para continuar? ¡nuevos destinos inspiradores! New York, Vitoria, Albacete, Madrid… más viajes y bailes conformando el germen de este increíble proyecto.
Madre mía, ¡emocionante! Soltar así una idea peregrina como: “¿Qué os parece recorrer el Camino de Santiago… bailando?” y que te respondan “¡Me apunto!” parecía un sueño. Así comenzó esta aventura que bauticé como “El Camino de SwingTiago”. La cantidad de personas interesadas crecía y crecía, en paralelo a las ganas de llenar el recorrido de paradas musicales, exhibiciones, conciertos en directo, coreografías, fiestas, visitas culturales, actividades curiosas, buen rollo, alegría y mucho MUCHO tute a los pies.
Pero, ¿cómo lo hacemos para combinar el baile y el Camino? Como todo lo bien hecho: por orden, una cosa detrás de otra, con armonía. Bailar durante 8 o 10 horas en una localidad -sí, sí, que cuando nos ponemos, somos imparables- es poco compatible con caminar una etapa “al uso”. Por eso, tras buenas jornadas de swing, para llegar a la siguiente etapa los coches o buses eran los mejores aliados. Al llegar a Galicia, a partir de Sarria, la propuesta redonda: caminar, para vivir la experiencia completa y llegar a Santiago habiendo caminado y bailado todo lo que nuestro cuerpo aguantase. SwingTiago es energía, magia.
¿Y si alguien no sabe bailar pero le encanta esta música? ¡Genial! Clases abiertas y gratis para los hopperegrinos -gracias a fantásticas escuelas- en Zaragoza, Pamplona, Logroño, Sarria y Santiago.
Así, inolvidables los bailes, experiencias y aventuras únicas vividas en Pamplona, Estella, Logroño, Burgos, León, Sarria, Portomarín, Palas de Rei, Melide, Arzúa, Pedrouzo y Santiago de Compostela.
“¿Qué os parece recorrer el Camino de Santiago… bailando?”
Sin duda, una de las mejores experiencias de toda mi vida -por ahora 😉