Cuando uno va con su turismo por la ciudad, se para en un semáforo, y ve a su lado a un enorme 4×4, viene siempre a la cabeza el pensamiento de “para qué algo tan grande sobre el asfalto plano de la ciudad”. Sin embargo, cuando uno está en plena montaña, con adversidades en carretera de todo tipo, multitud de terrenos y condiciones diferentes, y añadiendo además una capa de nieve y hielo, es cuando se echa de menos tener un buen coche todoterreno.
Y no un 4×4 cualquiera, sino uno que sea además inteligente, cómodo y con los mejores sistemas de seguridad. Para ello Land Rover ha creado en la estación de Grandvalira el espacio Land Rover Experience, un curso especializado de conducción sobre nieve y hielo con el que se puede aprender a reaccionar ante las situaciones más peligrosas, controlando el coche en los entornos más duros.
Fue una sorpresa muy agradable cuando, estando en Andorra, y queriendo descubrir sensaciones diferentes al esquí, tuvimos la oportunidad de probar esta experiencia en un circuito bien delimitado en Grandvalira, donde nos esperaban 4 todoterrenos de altas prestaciones para experimentar sobre la nieve las características de seguridad que ofrecen los últimos 4×4 de Land Rover.