Si estás buscando un lugar donde pasar unas vacaciones tranquilas y, sobretodo, placenteras, no pasar sin visitar la isla de Mykonos.
Mykonos es, quizás, la isla más conocida de Grecia. Puede que sea por sus excelentes playas de arena amarilla, puede que porque comparan su ambiente nocturno al de Ibiza, puede que por el trato cercano de los que la habitan. Sea por lo que sea, Mykonos es, sin duda, uno de los lugares por excelencia del Mediterráneo.
Las laberínticas callejuelas de color blanco que ofrece el centro de la ciudad, tiñen la atmósfera de espiritualidad y tranquilidad. Digo espiritualidad porque esta pequeña isla cuenta con unas 70 iglesias fruto de las ofrendas de los lugareños. En el centro podéis encontrar la conocida iglesia de la Santísima Vírgen Paraportiani ¡la más pequeña de toda la isla!
En el centro también podréis ver los dos iconos que identifican esta isla: los molinos y Pedro, el Pelícano, mascota de la ciudad.
La conocidad Venecia de Mykonos, donde podréis disfrutar de casitas adaptadas hoy para ser bares de copas donde los balcones cuelgan sobre el mar.
Además de la tranquilidad y el ambiente nocturno, en Mykonos, existen distintos museos que lograrán unas vacaciones mucho más completas. El museo arqueológico, un edificio de arquitectura neoclásica que ha ido evolucionando hasta tener el aspecto que se puede observar hoy, y en su interior encontraréis desde jarrones de época helenística, magníficas estatuas. En el museo folclórico es dónde podréis disfrutar observando vestidos de épocas pasadas, fotografías, muebles… que darán una perspectiva mucho mayor de cómo es y fue la vida en esta isla.