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Tag: isla

Yao Noi, una isla de cine

Cuando el entorno tiene un encanto especial, disfrutar de una buena velada de cine es un placer. Gozar tanto con la proyección como con la naturaleza que te rodea, no siempre experimentarse a la vez. Hay conceptos diferentes de cine al aire libre, como una terraza de jacuzzis desde la que ver películas dominando la vista panorámica de Londres. Sin embargo, este cine flotante en la isla privada thailandesa de Yao Noi, en el mar de Andaman, ofrece una experiencia única y sin precedentes.

Un auditorio temporal diseñado por el arquitecto Ole Scheeren, en colaboración con la Fundación Film on the Rocks Yao Noi.

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Esta particular “sala de proyecciones” en la Costa Oeste de Tailandia, es un conjunto de balsas, conocido como el Archipiélago de Cine, en el que se encuentra la pantalla gigante. El público ve las películas mientras sus butacas flotan sobre el mar.

Bañarse en una isla sin playa

Encontrar una isla entera sin un kilómetro de playa, no es nada frecuente… pero puede ocurrir. Lo habíamos visto en Malta, y ahora en Madeira descubrimos que aquí también estamos ante la misma situación: aquí no hay playa. Sin embargo, hay distintas opciones para disfrutar de geniales baños en agua, tanto dulce como salada: navegando, en piscinas naturales, un parque acuático o incluso en aguas terapéuticas.

Dando un paseo por el puerto de Funchal descubrimos casi sin querer los servicios de catamarán que te invitan a disfrutar del mar de una forma muy especial, ya que navegas junto a delfines, y si tienes un poco de suerte, ver ballenas en pleno océano Atlántico. Tras un paseo agradable al sol, puedes bañarte y disfrutar lejos de la costa de la panorámica de la isla y de las cálidas aguas que circundan la isla.

Las vistas desde el paseo en catamarán, con el acantilado a la derecha.
Las vistas desde el paseo en catamarán, con el acantilado a la derecha.

Bordeando la isla, o bien atravesándola, se puede llegar desde Funchal hasta San Vicente, una localidad en donde con aire de playa, aunque obviamente de forma muy distinta a la que estamos acostumbrados en otros destinos. Hay unas piscinas naturales de roca incluso con pequeños salientes para poder tirarse al mar desde pocos metros de altura. Al fin y al cabo, sitios idílicos y naturales donde mimetizarte con el entorno. Creo que este tipo de entradas al mar se aprecian incluso más que las playas, porque aquí no encontrarás tópicos como el chiringito atestado de gente, los niños revolviendo la arena con palas y cubos o la masificación de sombrillas y toallas que abarrotan otros destinos de costa.