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Las salvajes Tierras Altas escocesas

Salvaje y sexy, así describen los escoceses su magnífica tierra, donde la lluvia es el “sol en estado líquido” que aviva sus inmensamente verdes praderas y colinas, salpicadas de numerosos lagos rodeados de historias, misterio y leyendas.

Desde la cautivadora ciudad de Edimburgo, empezamos a ver que la historia ha marcado este país con grandes batallas, libradas alrededor de majestuosos castillos, como el que se ve al final de la Milla Real edimburguesa.

Castillo de Eilean Donan, En las Tierras Altas de Escocia. Foto: Ana Fañanás
Castillo de Eilean Donan, En las Tierras Altas de Escocia. Foto: Ana Fañanás

Para conocer más a fondo Escocia, partiendo desde la capital podemos realizar, dependiendo del tiempo que tengamos disponible para explorar este bello país, varias rutas por su verde geografía. Una compañía como Haggis Adventures es una buena aliada en esta misión, ya que organiza tours que, por precios muy competitivos, se adaptan a los gustos de los viajeros inquietos que queremos descubrir paisajes más allá de las típicas paradas obligatorias para los turistas.

Las Tierras Altas de Escocia. Foto: Ana Fañanás
Las Tierras Altas de Escocia. Foto: Ana Fañanás

Nosotros elegimos la ruta “de Edimburgo al Lago Ness” , que en 3 días completos supone una degustación de estas legendarias tierras gaélicas.

Las Tierras Altas de Escocia. Foto: Ana Fañanás

Temprano por la mañana partimos hacia las tierras altas, conocidas como The Highlands, que son parajes de película. Si te gusta el cine épico y has disfrutado con Braveheart o Rob Roy, encontrarás aquí los escenarios de las más feroces batallas libradas por indomables escoceses que, además de los tradicionales kilts, llevaban imponentes armas como largas espadas con las que decapitaban a sus enemigos ¡hasta de 5 en 5!… cuidado con los clanes guerreros de estas tierras.

Un lugar singular es la Isla de Skye, donde la magia fluye por todas partes. Bajo este puente, pasa una fresca corriente de la que se dice que, al que sumerja su rostro en estas aguas, dará belleza infinita ¿te atreves? -enjuagarse con agua tan fresquita puede ser un reto interesante-.

Puente legendario en la isla de Skye. Foto: Ana Fañanás
Puente legendario en la isla de Skye. Foto: Ana Fañanás

Pasamos por la capital de Stirling, la legendaria tierra de William Wallace y Robert the Bruce, donde el monumento a Wallace -en Abbey Craig- es el más alto levantado para venerar a una persona -y no a un Dios-. Esta región fue escenario de las más famosas y feroces batallas por la independencia de Escocia, como la dramática Glencoe, que significa literalmente “el llanto de Glen“, por la masacre que allí tuvo lugar en 1692 -el 13 de febrero, de donde viene la sombría y recordada fecha de viernes 13-.

Campo de batalla de Glen Coe. Foto: Ana Fañanás
Campo de batalla de Glen Coe. Foto: Ana Fañanás
Amanecer en las Tierras Altas. Foto: Ana Fañanás
Amanecer en las Tierras Altas. Foto: Ana Fañanás

Junto a los mágicos y numerosos lagos que se bordean en esta ruta, se puede pasear por Castillos como este, Eilean Donan Castle. aún se emplea la palabra gaélica original para nombrar los lagos, que es “Loch” -se pronuncia loj. Las tradiciones persisten y es fácil revivirlas  apasionadamente, rodeadas de historias medievales, sobre todo si dejas que Escocia te empape y escuchas alguna de sus tradicionales melodías de gaitas o comes los famosos haggis, un plato tradicional que hoy sigue muy presente en la cocina escocesa.

Una de las paradas más esperadas del recorrido es sin duda el famoso Loch Ness, si vas y ves a Nessie -el famoso monstruo– ¡no dejes de contárnoslo!

Lago Ness. Foto: Ana Fañanás
Lago Ness. Foto: Ana Fañanás

Nuestra aventura de #Blogmanay, como Escocia, es sin duda inolvidable.

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