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Sudáfrica a vista de pájaro

Nos encanta recorrer destinos y pisar distintos suelos, pero ¿qué me dices de sobrevolarlos? Es aún más emocionante. En Sudáfrica, puedes recorrer muchos puntos y mirar sus cautivadores paisajes a vista de pájaro. Aquí te cuento algunos lugares desde los que asomarse a preciosos paisajes desde singulares cimas.

Pasear en globo, subir en un moderno ascensor de cristal a la cima de un grandioso estadio de fútbo, contemplar maravillas naturales como el Cañón del río Blyde o asomarse a “La Ventana de Dios” son formas de coronar las alturas de Sudáfrica y disfrutar de su belleza desde un punto de vista muy original.

Puesta a punto de los globos aerostáticos. Foto: Ana Fañanás
Puesta a punto de los globos aerostáticos. Foto: Ana Fañanás

Merece la pena madrugar para ver amanecer desde un globo aerostático como este, surcando por el aire las llanuras de Sudáfrica.

Bill Harrop lleva ofreciendo estos originales safaris desde el año 1981. Con más de 9.000 horas de vuelo acumuladas, ha surcado el cielo con fotógrafos, familias, parejas, grupos de lo más variopinto… ha presenciado todo tipo de experiencias, desde rodajes profesionales hasta románticas pedidas de mano. El bueno de Bill puede contarte infinidad de anécdotas y hacerte sentir completamente seguro a bordo de sus coloridos globos que surcan el aire sobre el Valle del Río Magalies.

Original safari en Globo con Bill Harrop en Sudáfrica. Foto: Ana Fañanás
Original safari en Globo con Bill Harrop en Sudáfrica. Foto: Ana Fañanás

 

Si eliges un paseo matutino, puedes contemplar el proceso de cómo se llena de gas el globo, mientras saboreas un buen café o chocolate caliente con pastas caseras. El vuelo es, según Bill “una elegante aventura en el espacio y el tiempo“. Tras el recorrido aéreo, una vez que el emocionante aterrizaje tiene lugar, Bill ofrece a los pasajeros brindar con champán antes de llevarlos a desayunar. ¡Sus desayunos son exquisitos!

En la famosa “Ruta Panorama” podemos visitar los Bourke’s Luck Potholes. Estas peculiares formaciones rocosas son esculturas cilíndricas naturales que el agua, a su paso a lo largo de miles y miles de años, ha ido formando pacientemente debido a la erosión que produce en las rocas. Estas formaciones están situadas en la confluencia del río Blyde -el río de la alegría- con el río Treur -el río de la tristeza. Reciben su nombre por Tom Burk, un buscador de oro que trataba de encontrar este precioso metal rastreando estas orillas en el siglo XIX.

Bourke's Luck Potholes. Foto: Ana Fañanás
Bourke’s Luck Potholes. Foto: Ana Fañanás

Otro punto clave de la misma ruta, es God´s Window o “La Ventana de Dios“, un mirador desde el cual se pierde la vista en un magnífico paisaje de agua y vegetación llena de vida. No sólo la visión te cautiva, sino que además la sensación de grandiosidad que se experimenta frente a este frondoso valle, te llena. En todo el cañón del río Blyde, la paz y el silencio te envuelven. Si el cielo está despejado, desde este balcón natural se alcanza a ver Mozambique.

La Ventana de Dios, en "la Ruta Panorama". Foto: Ana Fañanás
La Ventana de Dios, en “la Ruta Panorama”. Foto: Ana Fañanás

Por otro lado, en un paisaje más urbano, otras cimas que coronar para quienes no conocen el vértigo y buscan altas dosis de adrenalina, son las modernas Torres Orlando, en Johannesburgo.

Las Torres Orlando, en Soweto, Joburg. Foto: Ana Fañanás
Las Torres Orlando, en Soweto, Joburg. Foto: Ana Fañanás

Se puede subir a su punto más alto -superando los 100 metros de altura- a través de una jaula-ascensor que recorre al descubierto su sinuosa pared desde la base hasta lo alto de sus muros llenos de originales graffiti. Ascender estas curvas paredes, viendo cómo te alejas del suelo inclinándote hacia un lado y otro entre delgadas rejas, produce una gran impresión que tu pulso notará acelerándose con fuerza. Una vez alcanzada su cumbre, desde estas torres se practican diferentes tipos de saltos, para goce y disfrute de los más atrevidos.

A una altura aún mayor, 105 metros, se halla el mirador sobre el estadio Moses Mabhida, en Durban. Elevarse hasta su cima es posible gracias a un moderno ascensor de cristal que asciende con un recorrido elíptico sobre las gradas de este inmenso estadio. La costa de Durban y toda la ciudad se rinde a los pies del visitante. También existe la opción para el público de poder lanzarse desde aquí arriba y balancearse sobre el campo, pendulando a una vertiginosa velocidad con la única sujeción de un arnés y muchas ganas de aventura y emociones desenfrenadas.

Estadio Moses Mahbida, Durban. Foto: Ana Fañanás
Estadio Moses Mahbida, Durban. Foto: Ana Fañanás

*Queremos agradecer esta publicación a la oficina de turismo de Sudáfrica y a iambassador. Tripwolf edita todo el contenido publicado en esta web.

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