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Month: April 2010

La grandiosidad de San Petersburgo

La ciudad de San Petersburgo es uno de los más bellos destinos urbanos que he podido visitar. La nieve cubre toda la ciudad en invierno, lo cual hace que la primavera llegue con más fuerza a derretir la capa blanca y volver a dar vida a los ríos y canales que la surcan. Durante los meses que están helados no es raro ver pescadores que, haciendo huecos en el hielo echan la caña y se sientan a pescar pacientemente sobre las frías aguas del río Neva.

Al recorrer la majestuosa Avenida Nevsky puedes hacerte una idea de la grandiosidad de esta ciudad, llena de edificios de gran belleza, bien cuidados. Destaca sin duda la Iglesia de la Resurección de Cristo, que con sus llamativos colores y brillos, más bien parece salir de las páginas de un cuento.

Merece la pena subir la escalera de caracol que lleva a lo alto de la la Cúpula de la Catedral de San Isaac, desde donde se tienen unas visas impresionantes de San Petersburgo.

La inmensa Plaza de Palacio es una parada obligatioria en el recorrido por la cuidad de los zares. Los edificios son magníficos, coloridos, imponentes. En la plaza suele haber personajes ataviados con trajes de época que hacen evocar la espectacularidad del imperio ruso. Justo al lado se encuentra el museo Hermitage, uno de los más opulentos museos del mundo.

Maresme y Girona

Con lo que es la fama de la ciudad de Barcelona, es fácil olvidar que es sólo una parte de lo que es el turismo catalán. En realidad, Catalunya ofrece muchas opciones turísticas. A veces hasta me cuesta creer que España tiene tanto bonito que ver como realmente tiene, y aquí mencionaré solamente dos opciones.

El Maresme es la zona costera subiendo la costa desde Barcelona en la dirección de la Costa Brava. Una serie de pueblos chicos y grandes, El Maresme es fácilmente accesible desde Barcelona en los trenes Rodalies de Renfe que salen de Plaça Catalunya por un par o tres de euros. Cada uno de estos pueblos—por ejemplo, Mataró, Vilassar de Mar, Premià de Mar, y Cabrera de Mar—tiene un centro antiguo y un poco de vida de playa. La playa es como religión en esta zona y no es difícil ver por qué, con el Mediterráneo al lado y playas más o menos anchas de arena blanquita. Claro, no es que sean éstas las mejores playas de España—ésas las encontrará más al norte, en la Costa Brava, o quizás más al sur, en la Costa del Sol. Pero las playas y los pueblos del Maresme son una buena opción para un día o parte de un día cerca de Barcelona pero con un ambiente un poco más relajado. Se puede ir a una playa bonita en España sin que sea un viaje dedicado a playa, sin reventar el presupuesto, y sin cambiar demasiado la ruta del viaje. A la vez, aunque están estos pueblos muy urbanizados ya, en ellos se puede ver un poco de vida de pueblo más tradicional español y/o catalán.

Tenerife y sus microclimas

Cuando sobrevueles el Atlántico, verás cómo se levantan ante ti unas robustas montañas volcánicas. Ya estás llegando a Tenerife. Y estos, los montes de Anaga.

Una zona que ofrece unas excursiones únicas y unas playas de arena negra aún mejores. Benijo es de las más conocidas por los surfistas de la isla.

La capital, Santa Cruz, ofrece una gran variedad de ofertas, el espectacular auditorio del conocido arquitecto Calatrava. Un paseo por las preciosas Ramblas con sus terrazas. Así como distintos restaurantes La tasca de en frente, El bulán y en la Avenida de Anaga, que da al puerto de la ciudad.